Las exploraciones iniciales de un «cometa» interestelar en forma de cigarro aún no han confirmado que sea de origen extraterrestre.
Los científicos comenzaron a escuchar señales provenientes de la roca espacial, llamada Oumuamua, usando el radiotelescopio dirigible más grande del mundo ayer.
Varias figuras prominentes han afirmado que el extraño objeto puede ser un vehículo alienígena de algún tipo.
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Los expertos utilizaron el telescopio Green Bank en West Virginia, para seguir el objetivo durante diez horas el miércoles, alrededor de las 20:00 GMT (15:00 ET).
Están escuchando señales electromagnéticas, no más fuertes que las emitidas por un teléfono móvil, que no pueden ser producidas por cuerpos celestes naturales.
Si los encuentran, sería una prueba de que las fuerzas extraterrestres realmente podrían estar en juego.
Hasta el momento, no ha habido evidencia de señales artificiales que emanen del objeto, pero la clasificación a través de los grandes volúmenes de datos recopilados puede tardar un tiempo en completarse.
Un bloque de observaciones, el primero de los cuatro planeados, se desarrolló desde las 8.45pm GMT (3:45 pm ET) hasta las 2.45 a.m. GMT del jueves (9:45 p. M. ET del miércoles).
En declaraciones a MailOnline sobre los resultados Andrew Siemion, director del Centro de Investigación SETI de Berkeley, dijo: «La propiedad más interesante del universo es que dio lugar a seres capaces de preguntar sobre su existencia. Eso es fascinante desde todos los ángulos posibles.
«Encontrar la vida tecnológicamente avanzada en otra parte podría sugerir que la inteligencia es una característica definitoria del universo.
«Es prácticamente seguro que Oumuamua proviene de otro sistema estelar, por lo que es extraño en ese sentido. «Ya sea artificial, es una posibilidad muy remota.
«Pasamos la mayor parte de nuestro tiempo inspeccionando objetos peatonales, pero de vez en cuando algo especial llamará nuestra atención. ‘Todos resultan ser naturales, hasta que uno no lo hace.
«Con la tecnología que tenemos ahora, es algo fácil de mirar, pero eso es todo lo que podemos hacer».
Oumuamua es un término hawaiano que significa ‘un mensajero de lejos que llega primero’.
Breakthrough Listen observó a Oumuamua en cuatro bandas de radio, abarcando miles de millones de canales individuales en el rango de 1 a 12 GHz.
El instrumento acumuló 90 TB de datos en bruto durante una observación de dos horas de Oumuamua.
Hasta el momento, se han procesado datos del receptor de banda S, que cubren frecuencias de 1,7 a 2,6 GHz, y el análisis de las tres bandas restantes está en curso.
Lo más intrigante es que tiene la forma incorrecta de un asteroide; por lo general, son redondas.
Otra rareza es que Oumuamua está volando muy «limpiamente», sin emitir la nube habitual de polvo espacial que los astrónomos observan alrededor de los asteroides.
Los expertos dicen que esto sugiere que está hecho de algo denso: probablemente roca, pero posiblemente metal.
Un astrónomo afirma que la roca espacial, llamada Oumuamua, podría ser una nave espacial alienígena con motores rotos que está cayendo a través de nuestro sistema solar.
El Dr. Jason Wright de la Penn State University sugiere que una nave espacial alienígena rota se mueve exactamente de la misma manera que el cometa interestelar.
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Su asombrosa velocidad ha llevado a algunos expertos a concluir que es el primer objeto de este tipo que viene hacia nosotros desde fuera de nuestro sistema solar.
Los analistas también dicen que su débil color rojo indica que ha sido sometido a radiación cósmica interestelar que es más dura de lo que experimentamos en nuestro sistema solar.
El hecho de que no parezca tener motores o mostrar signos de propulsión puede arruinar la teoría de naves espaciales interplanetarias.
Si una señal de radio regresa del objeto, el Profesor Avi Loeb, Profesor de Astronomía en la Universidad de Harvard, sugiere que tendremos que proceder con precaución.
En declaraciones a MailOnline, dijo: «Mi recomendación, como en cualquier diálogo, es que primero escuchemos y hagamos todo lo posible por comprender lo que estamos escuchando.
‘Una vez que resolvamos esto, podemos decidir cómo responder.
«En general, soy un optimista. Creo que una civilización muy inteligente será pacífica, y podríamos ahorrarnos millones o miles de millones de años aprendiendo de ella.
«Pero también existe la posibilidad de que tal civilización tenga intenciones hostiles y arriesgue nuestra existencia, por lo que debemos deliberar cuidadosamente en cualquier contacto futuro con ellos».