Científicos del Centro Harvard-Smithsonian para la Astrofísica han presentado en la reciente reunión anual de la Sociedad Astronómica de EEUU el descubrimiento de ocho planetas similares a la Tierra, probablemente rocosos, de temperatura templada, con presencia de océanos y otras condiciones para el desarrollo de la vida. De este grupo de planetas, de los cuáles sería apresurado considerarlos habitables aunque parezcan ser buenos candidatos, uno se destaca sobre el resto en la consideración de los investigadores, y ha sido nombrado como el planeta más parecido a la Tierra, por ser rocoso y más caluroso que el resto.
Bautizado Kepler 438b, es más parecido a nuestro planeta que Kepler 186f, el cual ostentaba el mayor parecido entre los hallados hasta ahora. Es un 12% más grande que nuestro planeta, y recibe apenas 40% más calor de su estrella que la que nuestra Tierra recibe del Sol. En el camino de las comparaciones, los estudiosos destacan que, además de ser más caluroso, su cielo es más rojo, ya que orbita alrededor de una estrella enana roja. Si bien la similitud despierta esperanzas de habitabilidad, todavía es poco lo que se sabe sobre sus condiciones, apenas su tamaño y la energía que recibe; y será difícil profundizar en su conocimiento, ya que se encuentra a 475 años luz.
