Al ver el vídeo las reacciones van desde la sorpresa hasta el escepticismo, pero lo cierto es que ver cómo se fabrican lechugas es algo fuera de lo normal. El primer paso es verter la sustancia verde y blanca, además de poco apetecible, sobre el agua. De esta sustancia van formándose láminas que se asemejan bastante a hojas de lechuga. Solo hace falta dar un poco de forma “natural” al invento para que pueda pasar por una lechuga normal y corriente.
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La primera de ellas es que no se trata de ninguna sustancia poco apetecible, sino que es cera. La segunda es que no se trata de China, sino de Japón, y mucho menos que se dediquen a exportar este material. La falsa lechuga es una réplica de comida que se utiliza para grabación de anuncios, etc.
En el vídeo podemos ver como el profesor recrea diferentes tipos de alimentos, todos ellos hechos con cera, claro. El menú abre con unos noodles, y sobre el minuto 3:30 es el turno de la lechuga. Sin duda este vídeo es un ejemplo del poder de las redes sociales y la tecnología.