La medusa inmortal: puede vivir para siempre envejeciendo a la inversa

La medusa inmortal, esta fascinante criatura, conocida científicamente como Turritopsis dohrnii, tiene la capacidad teórica de vivir para siempre. Se estima que algunas de estas pequeñas manchas translúcidas han existido mucho antes de la extinción de los dinosaurios, hace unos 66 millones de años.

El secreto de la inmortalidad ha sido una realidad en los océanos de la Tierra durante millones de años.

Aunque pueda parecer una idea sacada de la ficción, esta asombrosa posibilidad de vivir por millones de años se encuentra dentro de los reinos de la biología, al menos para esta especie en particular, según un informe de Science Alert.

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La medusa inmortal

Cuando una medusa inmortal envejece o sufre daños, tiene la habilidad de evitar la muerte al regresar a una etapa de pólipo bebé. Este proceso implica reabsorber sus tentáculos y reposar como una masa de células indiferenciadas en algún lugar del lecho marino. A partir de esta etapa, el pólipo joven puede desarrollarse nuevamente y generar nuevas formas adultas, cada una más pequeña que la uña del meñique cuando alcanza su completo desarrollo.

Lo más sorprendente es que estos brotes maduros son genéticamente idénticos al pólipo original, como señala Science Alert. Este ciclo de vida regresivo ha llevado a llamar a esta hidrozoo «la gelatina Benjamin Button», en referencia al personaje ficticio de F. Scott Fitzgerald, que nace anciano y rejuvenece a medida que envejece.

Aunque la criatura fue avistada por primera vez en 1883, su ciclo de vida eterno fue descubierto accidentalmente por expertos un siglo después mientras la mantenían en cautiverio. Desde entonces, los estudios han demostrado que las colonias de medusas inmortales pueden volver a la etapa de pólipo y comenzar una nueva vida hasta 10 veces en solo dos años.

La gelatina inmortal es la única especie conocida que puede rejuvenecer después de la reproducción sexual, lo que la convierte en «biológicamente inmortal», de acuerdo a Science Alert. Aunque se cree que se originó en el Mediterráneo, en la actualidad se encuentra en abundancia en todos los océanos del mundo.

A pesar de su omnipresencia, todavía no se comprende completamente cómo esta gelatina puede vivir tanto tiempo. En 2022, la investigación genómica del género reveló la existencia de más de mil genes relacionados con el envejecimiento y la reparación del ADN, según informa Science Alert.

Si los científicos logran identificar qué genes están presentes o faltan en la medusa inmortal, en comparación con sus parientes, podrían descubrir los mecanismos celulares que sustentan su vida eterna.

En 2019, se llevó a cabo la primera comparación de la expresión genética entre células de un pólipo de medusa inmortal y una medusa adulta recién nacida con tentáculos y campana. Los resultados revelaron diferencias en el funcionamiento de algunas células, lo que sugiere que las células especializadas se están reprogramando de alguna manera, como si se reiniciara un reloj en el tiempo.

A pesar de todo, es importante tener en cuenta que las medusas inmortales no son invulnerables. Aún pueden morir debido a lesiones o inanición. No obstante, su capacidad única de persistir en la vida las distingue como criaturas excepcionales y valiosas, como menciona Science Alert. El zoólogo Ferdinando Boero, quien lideró el laboratorio que descubrió por primera vez la vida inmortal de las medusas en la década de 1990, señala que la lección que nos brinda Turritopsis es profunda: si exploramos la biodiversidad, encontraremos organismos excepcionales que realizan hazañas excepcionales.